“Escribo estas palabras gracias a la compasión de uno de mis carceleros, según me cuenta su padre murió defendiendo al mío, en uno de las escaramuzas de los malditos piratas de Umbar, por ese sacrificio mi padre habría movido sus influencias para que su primogénito entrara como funcionario de la corte”…
… ”Veo en sus ojos que el deber de ayudar al hijo del hombre que le dio un futuro próspero, y la duda de estar ayudando a un traidor. Lo comprendo, yo también creería las acusaciones que me imputan, aunque sé que son falsas.
Ojalá volviera a aquel maldito día. No, no caeré en el arrepentimiento, mi padre dio la vida por esta ciudad, una ciudad que ha existido desde el principio de las Eras, DOL AMROTH”
…“En estas líneas intentaré relatar los principios de mi calamidad, calamidad que me ha llevado a prisión y a una condena a muerte por traidor. Traidor por defender, esta, mi querida ciudad de las maquinaciones de una mente maquiavélica y retorcida”…
…”Fue solo el retazo de una conversación lo que me puso en alerta, me paseé por los puestos de guardia que hasta no hace mucho visitaba con mi difunto padre, antiguo capitán del ejército y miembro de la guardia de la ciudad, pero me extrañó no conocer a los sargentos, uno dos a lo sumo; cosa rara tan solo han pasado 5 años desde su fallecimiento. Siempre que visitábamos estos puestos encontraba antiguos soldados que habían estado a sus órdenes, ahora mandos o sargentos veteranos de la guardia. Solo encontré a uno, durante un momento pensé que se acercaría a saludarme, pero me miró y me rehuyó, algo que me dejó un mal sabor de boca, así que para olvidar esa sensación, me dirigí a mi lugar preferido de la ciudad, EL MERCADO ”…
…”Hoy me ha venido a la memoria los largos paseos que hacíamos mi difunta esposa y yo por el mercado, algo poco usual para gente de nuestra categoría, pero en aquel lugar donde los ruidos y los olores se mezclan en una eclosión de sentidos, era allí donde, tras la muerte de mi esposa, me dirigía a recordarla, en ese lugar la sentía a mi lado y me reconfortaba; y fue precisamente allí donde me abordó Arik, aquel sargento que meses antes me había rehuido en mi visita a la guardia, su contacto me sacó del recuerdo de mi esposa.
Me indicó con la mirada que lo siguiera, me condujo por calles silenciosas y desiertas, hasta llegar a un rincón oculto de miradas indiscretas, y allí me habló de cómo buenos hombres estaban siendo despedidos y sustituidos por otros de no muy buena reputación, también me comentó que aquellos que se quejaban eran retirados del servicio y licenciados obligatoriamente.
Estas declaraciones hicieron que mis sospechas tomaran consistencia. En mis ratos de inactividad me dediqué a seguir a distintos miembros de la guardia. Con cara de hastío me dediqué a seguirlos, en su total confianza de que nadie estaba pendientes de sus pasos ninguno miró a su espalda, a casi todos los que perseguí acabaron en una tienda de costura que se estaba poniendo de moda en la corte y, que según indagué más tarde, estaba regentada por la mismísima hija de la dama Ethudil”…
…”Pasaron meses y la idea de una conspiración se hizo cada vez más clara, más de una vez entré en la tienda de costura para mostrar interés por sus ropas e incluso compré varios, en algunas ocasiones, mientras estaba presente, entraban miembros de la guardia para entregar cartas o paquetes, algunos de dudosa procedencia, uno de ellos me llamó la atención, una caja oscura con grabados, aunque solo puede vislumbrarla unos segundos un escalofrío recorrió mi espina dorsal, y no fui el único, el guardia que la trajo llevaba reflejado el terror en su rostro, aunque esta impresión la descarté rápidamente debido a la tensión de estar en el punto donde creía que se estaba fraguando algo no muy legal, aunque la cara del guardia se me quedó grabada”…
…”Y eso fue lo que expuse ante el consejo, que la dama Ethudil y sus aliados conspiraban, y que todos los cargos de la guardia de la ciudad estaban comprados con sobornos y que los que ocupaban los cargos anteriormente habían sido licenciados sin motivo alguno, veteranos que habían derramado su sangre por la defensa del reino y que habían demostrado su fidelidad al reino, estaban siendo tratados como escoria y a esa escoria se le estaban dando cargos importantes en la defensa de la ciudad.
Y ¿Cómo fue recogida mi acusación?, como si la hubiera presentado un auténtico desequilibrado, y la culpa fue mía por no recopilar informes más consistentes que probaran mis acusaciones. Tan solo pude hacer partícipe de mis dudas al consejero Amondil, y él me recomendó precisamente eso, que recabara más información, pero mis prisas me jugaron una mala pasada”…
…”Y ese incidente fue el inicio de mi calamidad, porque al salir del consejo tras mi exposición, fui detenido por la guardia y conducido a los calabozos de la ciudad, como un vulgar delincuente, y sin posibilidad de avisar a mis queridos hijos”…
…”Más tarde supe que alguien había avisado a mi familia y fueron trasladados a otro lugar, evitando así que, por el momento sigan el camino de su malogrado padre”…
…”Ya llevo varios días aquí, y no sé nada de mis hijos, hoy me han venido a interrogar el Escudero Amondil y varios nobles afines a la Dama Ethudil, por fortuna los he escuchado y he ocultado este diario, me han estado interrogando sobre mis conocimientos de las acusaciones vertidas en el consejo, incluso varios de ellos me han golpeado, aunque podría haber recibido más golpes si no hubiera intermediado el Sr. Amondil ”…
…”Hoy se han presentado varios nobles, su misión notificarme que se me acusa de traición y se me ha condenado a muerte y me exigen que informe del paradero de mis hijos.
Por la tarde se ha personado en mi celda el mismísimo Escudero, estaba apesadumbrado, él me ha informado de que fue precisamente él quien mandó por mis hijos y los ocultó con lo que pudieron recoger de la casa”…
…”Espero que Nâte y Nâlo recordaran donde escondía el dinero para las urgencias, y que no olvidaran el escudo de Armas de nuestra casa, desgraciadamente el sello de mi familia está en mi poder y el colgante de mi amada esposa en mi cuello. Se lo he dado todo al Escudero Amondil y él se los hará llegar a mis hijos, tengo su promesa”…
…”Estas son mis últimas palabras, el Escudero me ha informado hoy que la acusación ha sido presentada ante el Príncipe, respaldada por la Dama Ethudil y esta ha presentado pruebas y testigos que dan consistencia a su acusación. Se ha dictado sentencia y como yo ya sabía, la pena es la muerte, debido a mi sangre noble se me decapitará.
Hijos míos recordad que sois para mí el mayor logro que he conseguido en mi vida y el tesoro más grande que jamás existió. Pero no lloréis por mí porque en breve me reuniré con mi otra mitad, el corazón que me falta desde hace ya cinco largos años, mi bella esposa Nithil, ella me acompañara en mi corto camino al cadalso.
No dudéis que os tendré en mi pensamiento durante estas horas que me quedan de vida y rogaré a nuestros antepasados para que podáis volver a restaurar el honor de la casa NIDAR-BÂRIK.
En los momentos de desesperanza, duda y peligro, recordad que vuestra madre y yo estaremos a vuestro lado ayudándoos, manteneos firmes y unidos, y cuidad los unos de los otros.
Rezo para que tengáis una larga y prospera vida. Vuestro padre que os quiere.
Unath Señor de la Casa NIDAR-BÂRIK”.
Extracto sacado del diario escrito por el Sr. Unath en los calabozos de la ciudad de DOL AMROTH. Facilitado a la biblioteca de usûlun por los Herederos de la casa NIDAR-BÂRIK y el Escudero Amondil.