En la desembocadura del Brandivino, junto al bosque Eryn Vorn, se encuentra un pueblo gobernado por una familia de largo linaje, los Graben, ya recordaréis, los hechos que han pasado en El Calamidad, como Sunthas hablo con los tres espíritus, le contaron como este grupo los mato y los enviaba a una isla, nos dirigimos al pueblo para encontrar a los padres y dar descanso a los muertos, nos esperábamos grandes dificultades, pero para nada, lo que nos encontramos, os comentaré lo que sucedió, espero que este relato este contado por mí, estemos todos los que lo empezamos aunque como comprobaréis en muchos momentos esto parece que no será posible.
Comenzaré por nuestra llegada, en una profunda noche, sin luces al puerto, dejamos a El Calamidad alejada del mismo, nos dirigimos en silencio y sin encender candiles al puerto, antes de llegar Adrahil se protegió contra el frio y con un sigilo digno de su profesión de montaraz se sumergió en las gélidas aguas para acercarse furtivamente a la orilla sin que nadie se percatase de ello, mientras llegamos a la pasarela del puerto, os describiré que nos encontramos allí, una cantidad de guardias vestidos de negro a lo largo de pasarela, que nos extrañó a esa hora de la noche, no tardaron en acercarse a nosotros nada más abandonar el bote, el diálogo fue corto y poco amigable, de hecho nos pidieron que abandonáramos el pueblo y que entregáramos a Vengaree para ajusticiarlo, ! Os podéis imaginar nuestra reacción! Pero más increíble fue la de ellos, en una increíble parsimonia los 16 guardias deslizaron al unísono sus ropajes negros con su brazo izquierdo y sacaron todos grandes hachas de guerra con su brazo derecho, fueron rapidísimos, lo hicieron sin mediar palabra, sin un gesto, sin nada que pareciera una señal, y nos atacaron antes de que nosotros lo hiciéramos a ellos, su rapidez nos sorprendió, aunque sus movimientos eran poco ágiles su rapidez era mortal, y su fuerza enorme, parecían muñecos dirigidos por alguien, sorprendentemente cada golpe que le asestábamos parecía no afectarles, no sangraban, sus carnes, sus huesos machacados por tremendos golpes, no parecían provocar dolor ni siquiera problemas motrices en ellos, fue algo atroz, nuestro primer encuentro con estos seres, no gemían, no parecían sentir dolor, acabamos con todos (eso creímos) con la ayuda de Adrahil desde la orilla.
Rápidamente fuimos hacia la casa de la niña fallecida, Adrahil junto con Gulthar usaban sus habilidades para no ser vistos mientras Sunthas, Forak y yo avanzábamos por la calle poco alumbrada junto a la playa, cuando llegamos a la casa y llamamos nadie contestaba, pero eso nos dio que pensar, ninguna casa parecía tener el fuego encendido, en pleno invierno y con el frio que hacia, nos temimos lo peor, sin pensármelo dos veces, derribe la puerta, y encontramos a la familia en un rincón, encabezada por el padre enarbolando un cuchillo en actitud protectora, que intento atacarme para defender a su descendencia, evite el ataque y lo desarme, lo calmamos le explicamos que éramos amigos, le pedimos disculpas por las formas, mientras intentábamos explicarle todo apareció un grupo enorme de individuos, graben a todos los efectos y nos parapetamos en la casa, mientras Gulthar y Adrahil ocultos arriba de la casa tomaban posiciones.
Nos superaban ampliamente en número, nos fortificamos en la puerta, realizamos un hueco en la pared de al lado para pasar en caso necesario a la familia a la otra casa, pusimos muebles protegiéndolos, y nos dispusimos a hacerles frente, el jefe del grupo, ordeno atacar y rechazamos los intentos, luego entro el y comprobamos su poder, esa criatura era una persona, pero su poder estaba fuera de lo que su cuerpo parecía ser, gracias a Sunthas que aguanto su embestida, mientras Forak y yo acabáramos, con los que entraron con él, luego lo hicimos retroceder, y tras unos grandes golpes de Sunthas, se parapetó tras un carro, rodeado de sus seguidores con increíble rapidez, aprovecho entonces Sunthas para usar su arco de acero, con el que destrozo el carro, junto con Gulthar que usando su ballesta destrozaba a graben y carro según disparaba, esto hizo huir al líder, junto con sus hombres, aunque no llego muy lejos y cayo víctima de las flechas de nuestros compañeros.
Tras esto nos apresuramos a regresar a El Calamidad, para poner a salvo a la familia, según nos encontrábamos más cerca sentíamos que algo no marchaba bien, subimos a bordo, tomando precauciones, y lo que vimos fue horrible, os lo contaré en otro momento…