Obtenida y complementada en varias Tabernas de Dol Amroth y usûlun.
Recopilada y transcrita por Tirrin en su “usûlunis en el Folclore Popular”.
Dicho manuscrito se halla en La Biblioteca de Usulún, edificio propiedad de la Villa de usûlun.
Asedio a la Colina de la serpiente.
Os contaré la Historia del Yunque de usûlun,
un arma extremadamente pesada forjada
para un brazo con una fuerza sobrehumana,
creado por y para maese Din, protector de usûlun.
Y fue en una gran batalla donde confirmó su valía,
donde realizó su bautizo de sangre negra.
En el interior de la colina de Creb Durga,
la también llamada Colina de la serpiente.
Bastión del milenario Señor de la Guerra Ardagor,
Hogar de hordas de Orcos, trolls y otras oscuras criaturas.
Durante años estuvo oculto dominando con sigilo
el territorio del antiguo reino de Cardolan,
ocultándose de las miradas de los vigilantes,
los montaraces del Norte.
Pero Ardagor contaba con alimañas como espías
y había acabado con muchos montaraces para
ocultar su localización y sus intenciones.
Con esa información decidieron el ataque.
El crudo invierno actuaría como su blanco aliado.
Berethar, lugarteniente de Aragorn, decidió
actuar e intentar acabar con esa guarida
de oscuridad dentro del territorio protegido
por los montaraces del norte, así que, localizaron y
Llamaron a muchos de sus hermanos y a sus aliados.
Y entre ellos estaban los usûlunis.
Una vez reunidos los montaraces y algunos aliados,
observaron los movimientos del enemigo,
se localizaron torres de vigilancia,
una mina de oro fuertemente defendida,
un pueblo que dominaba un cruce de caminos
y muchas entradas a la Colina de la Serpiente.
Se descubrió una colina coronada por un bosque,
un gran Bosque Antiguo, Oscuro y Vengativo.
Una noche sin luna ni estrellas fue la elegida,
Se dividieron en grupos de diez guerreros,
A cada grupo se asignó su punto de entrada.
El factor sorpresa era su perfecto aliado.
Una entrada junto a una torre fue designada a los usûlunis.
Al entrar encontraron el aire viciado,
grandes setas expulsaban un acre polvo rojo
que hacía dificultosa y ardiente la respiración.
Hallaron un pasillo por antorchas y una gran puerta.
Una gran puerta coronada por orificios,
orificios que expulsaban gran cantidad acre polvo.
Con cada oleada de polvo las antorchas crepitaban
E intensificaban su luz y las sombras bailaban.
Pero al acercarse se oyen palabras de poder.
El pasillo se tornó un infierno de llamas y calor.
Los usûlunis logran salvar sus vidas de milagro,
Corren hacia la puerta y maese Din rompe los goznes,
la puerta cae y deja al descubierto un ser pequeño,
un ser no muerto de tamaño de un enano adulto.
Fangril reza a Varda y con una mirada de sorpresa
El ser desaparece como arrastrado por el viento.
Tras él un pasillo y un rastrillo bloquean el camino.
Y en el pasillo arpilleras laterales y dos puertas.
Un gran estruendo llega desde el pasillo a sus espaldas.
Gritos en lengua oscura que exigen sangre y muerte.
Los usûlunis deciden entrar en las arpilleras,
se ocultan y los orcos llegan sedientos de sangre.
Pero en ese instante escuchan en sus mentes una voz,
una voz que les exige rendirse y entregar sus armas.
Exigencia que ignoran y se aprestan al combate,
para vender caras sus vidas, ante los orcos
Deciden arrojar una piedra de fuego al pasillo.
Esto provoca una llamarada que hiere y deslumbra.
Deslumbra durante minutos a sus atacantes.
Esto les permite salir a subir el rastrillo.
Dolin y Din se dirigen al rastrillo mientras
el resto les cubre con sus armas a distancia.
Cuando suben el rastrillo para poder escapar,
un zumbido resuena en la caverna y un virote vuela,
vuela e impacta en Din justo cuando pasaba al otro lado.
Fangril, el devoto, se encarga de atender a Din mientras
Maese Dolin, Forrak, sangresucia. y Gulthar ,el ágil,
abren hueco ante los orcos para poder combatir.
Sunthas y Adrahil mantienen a los del otro lado.
Tras los cuidados de Fangril, Din bloquea el acceso
Y ayuda a luchar a sus compañeros en vanguardia.
El pasillo se vuelve oscuro y resbaladizo,
avanzan lentamente con sufrimiento y sangre,
ante el cansancio, Adrahil decide añadir fuego,
lanza una piedra de fuego al fondo del pasillo
y la caverna explota en llamas arrojando al suelo
tanto a Orcos como a los usûlunis, pero
Los usûlunis se alzan con rapidez y avanzan prestos,
acabando con los enemigos caídos ante ellos.
Los usûlunis siguen el pasillo hacia el interior
de la Colina y hacia una posible salida,
localizan el final del túnel y encuentran que se abre
en una especie de caverna, y desde su posición
ven a dos figuras que parecen esperarles,
Una de ellas muy conocidas por todos, Fercha
El lobo espíritu que acosa a Gulthar el ágil,
la otra figura es alta y con los brazos muy largos,
Adrahil y Fangril la reconocen como Rabambor,
Comandante de los ejércitos oscuros de Angmar,
Y portador de Slarner el Hacha Roja asesina
de muchos nobles y guerreros de Cardolan y Rhudaur.
Pero no estaban solos, Adrahil detecta más trolls
apostados cerca de la entrada de la caverna.
A una señal de Rabambor los Trolls atacan, son diez.
Se oyen las voces de Fangril y Adrahil, y siete Trolls
disminuyen su velocidad y estorban al resto.
Sunthas Escudo quebrado saca su negro arco
y derriba a dos, con sendos disparos mortales;
Adrahil, el certero, derriba a otros dos objetivos.
Mientras Maese Dolin, Din, la muralla de usûlun,
Y Gulthar, el ágil, se colocan en vanguardia.
La batalla se hace intensa y los golpes llueven.
A su Espalda Adrahil escucha gritos y al girarse
puede ver a dos grandes figuras que se acercan.
Las reconoce como Darg y Ashtor lugartenientes de
Rabambor en las batallas de Cardolan y Rhudaur.
Y entonces, Rabambor entra en batalla, encara a Din,
alza a Slarner y se dispone a teñir su hoja.
Pero al descargar su golpe en busca de roja sangre…
El yunque de usûlun, un pesado martillo de guerra,
obra maestra forjada en Mithril por Maese Din,
se interpone en su camino se escucha un gran estruendo,
un viento sacude el pasillo y una intensa luz rodea
a los combatientes sin diferenciar bandos.
Cuando la luz se atenúa los usûlunis pueden ver…
A Rabambor sosteniendo el astil de Slarner
con mirada sorprendida y tras varios segundos…
corre en dirección a la caverna mientras los Trolls huyen.
Huyen en desbandada aunque son derribados por
los usûlunis, al igual que Darg y Ashtor, aunque
Rabambor huye y los usûlunis lo persiguen.
Y al llegar a la caverna se encuentran con otros,
otros grupos de combatientes y entre ellos reconocen…
A Golfindel, el de dorados cabellos, combatiendo
junto a Ascarnil, el sigiloso, otros montaraces
y otros de las bellas gentes luchando hombro con hombro.
Y este fue el fin de la Colina de la Serpiente,
Aunque no se halló a Ardagor, que escapó en la confusión,
su poder quedó mermado y sus huestes masacradas.
No se volvió a saber de él ni de sus conspiraciones.
Este lugar fue el final del Slarner el Hacha Roja
Y con su final… Muchas almas encontraron su venganza.