Usûlunis, hoy espero que no estáis cansados, pues este relato será largo y no podréis ni pretenderéis iros a dormir hasta que concluya, os aviso que es extremadamente duro, pues así fue la batalla, entramos por el linde del Brandivino, seguimos en sendero por donde Adrahil y Gulthar habían desactivado las tediosas trampas, haciendo el menor ruido, el grupo era sigiloso, al menos todo lo que un grupo con dos enanos con armaduras pesadas, al máximo de sus capacidades de sigilo pueden serlo, cuando nos encontramos a unos 40 metros entre los árboles de la Mansión Graben, trazamos el asalto, todos subiríamos tras Gulthar nuestro mejor escalador, y una vez encaramados en el techo descenderíamos por la mansión, todo fue bien, la guardia no nos vio, hasta que yo perdí pie y deje caer una teja, hay comenzó, la lucha, fue la primera escaramuza, fue rápida, los cuatro graben llegaron, miraron hacia arriba, y recibieron a Sunthas que arrastro a dos, a mí que tirándome desde el tejado golpee a otros dos y a Gulthar que destrozo al que no habíamos tirado al suelo, Sunthas en la caída destrozo a uno y con un golpe de escudo clavo a otro en la pared, Gulthar mato al que se levantó tras recibir mi embestida, y terminamos con el que estaba clavado en la pared, todo el grupo ayudo raudamente a llevar los cuerpos al linde del bosque y volvimos a subir al tejado esta vez sin tan mala suerte, una vez arriba, constatamos, que algo se movía bajo nuestros pies, la mansión tenía un techo de dos aguas, y en la parte frontal del mismo tenía por desgaste y descuido del mantenimiento tres grandes huecos, Sunthas marcho al más lejano, para comprobar que se veía, y Gulthar comprobó el más cercano con mucho cuidado, vio como sombras se acercaban a los mismos, en el tiempo de ponernos en guardia, se alzaron Graben’s, todos al unísono, con su parsimonia de ultratumba, con su denodado silencio, un sinfín de enemigos todos dispuestos al combate, su descripción tan variopinta como simplemente escalofriante, desde cuerpos infantiles que levantaban sus armas impasibles, a corpulentos guerreros, e incluso ancianas de aspecto pacífico, pero no os engañéis, nosotros que ya los habíamos enfrentado, sabíamos que solo eran envolturas de seres oscuros terriblemente poderosos, Sunthas abrió cerco por una ventana lateral y se encontró con un grupo de Grabens al cual fue diezmando en singular combate, haciendo gran esfuerzo y demostrando su maestría con el escudo y su valor en la batalla, consiguió de esta manera alejar a los graben más poderosos, de nuestra posición, se hizo fuerte en la puerta de una habitación, al final de un pasillo, y allí cantando a Varda, impenetrable su guardia, aguantaba las embestidas del primer Graben Ezequiel mientras tras ese primer Graben montaban guardia no menos de 8 aguardando su turno, impasibles.
Arriba, rodeados, nos dispusimos a hacerles frente, el maestro Dolin y yo hicimos frente al lado derecho, Adrahil y Forak al centro y Gulthar el del acierto magnífico, con acrobacias, y maniobras espectaculares fue saltando y distrayendo a bastantes Grabens que intentaban alcanzarlo, pues comprendían que era mejor rival que los demás, Adrahil junto con Forak aguantaron la gran embestida y fueron mandando a donde se merecían a bastantes Grabens mientras, Dolin y un servidor aguantamos a varios, que nos dieron un buen escarmiento, eran diferentes a los anteriores, del estilo al graben que dirigía en la casa del pueblo, pero su manejo de dos armas, una, un hacha de guerra y otra una espada corta era muy bueno, además con cada golpe, no solo nos destrozaban sino que además sentíamos como algo, una parte de nuestra fortaleza corporal nos era arrancada, el Maestro Dolin, implacable golpeaba con su excelente pico y arrancaba partes de sus cuerpos que aunque no proferían quejas ni asombro, iban siendo desmembrados por tamaña fuerza, fuimos cada vez más concentrados y rodeados, hasta que Gulthar con una estrategia digna de él, salto por encima de las lineas que los separaban de nosotros y golpeo a los dos que me tenían bloqueado, volviendo después a su posición a la retaguardia de los graben donde realizaba una carnicería en aquellos que golpeaba, ese momento que me dio fue suficiente para afianzarme y contraatacar, el que quedaba animado para el ataque recibió un gran golpe y con el mismo una fuerza dirigida que no pudo contrarrestar y que le provoca aún más daño, perdió pie y tal como había previsto termino cayendo al suelo desde una altura de 12 metros con lo que no volvió a moverse, el otro graben intento golpearme más perdió su arma que quedo justo en el borde y eso lo dejo unos momentos perdidos, que fueron aprovechados por mi para golpearle y que acabara como su anterior compañero en el suelo de la mansión sin movimiento, mientras Adrahil había acabado con varios graben junto con Forak en una diestra combinación de golpes de alabarda y disparos de arco, que aprovechaban los golpes de Gulthar, e iban diezmando a la multitud de graben que teníamos en el techo, parecía que cambiaban algo las tornas, aunque maese Dolin y yo andábamos muy heridos podíamos aguantar mucho más combate, y los demás estaban aún en buenas condiciones, una vez mi flanco estaba liberado cerramos sobre el centro con un gran ataque de Dolin, y comenzamos a reducirlos, cuando nos sentíamos contentos por la evolución, y nos dirigíamos hacia los gritos de lucha de Sunthas, tras una magnífica actuación de Gulthar que había acabado con muchos Grabens y dejado en la planta de abajo a dos de los más poderosos, incendiando a su paso la escalera principal de subida, más poco duro nuestra alegría, pocos pasos habíamos dado hacia Sunthas cuando volvimos a ser rodeados de inmediato por muchos más Grabens, una fila de Arqueros, y nueve que subieron tras Gulthar a la izquierda, nos pintaron de nuevo un panorama desolador, además Gulthar pudo ver que había más por subir tras los nueve.
Mire a Dolin y le dije “Maestro reunámonos con Sunthas en el piso de abajo y dejemos solo un flanco para proteger, pues aquí arriba no podremos con tantos enemigos, que solo con cansarnos podrán con nosotros”, y al recibir su consentimiento, lo comunique a los demás y emprendí carrera hacia los arqueros que ocupaban el hueco por donde podríamos entrar, Adrahil llego antes que yo y lucho contra uno, Dolin destrozo a otro con su pico, yo acabe con el tercero, Gulthar llego con Forak y terminaron con un cuarto, más, inmediatamente, y para nuestro asombro más Grabens salieron de los huecos, con un grito de guerra salte golpeando al graben que se interponía en mi camino, “usûlunis uníos a Sunthas” mientras este cantaba y con valor seguía reteniendo a Ezequiel en combate singular, este tras muchos golpes usaba una técnica increíble con escudo torre y escudo red, que mantenía los increíbles ataques del graben a raya, incluso le secciono un brazo con lo que pudo aguantar mejor sus embestidas, una defensa titánica como gran defensor de Varda, que alegro nuestros corazones al escucharlo cuando descendimos todos uno tras otros a su búsqueda, Gulthar, rodeo la mansión por la parte de fuera, para entrar por la ventana que forzó Sunthas para entrar, junto con Adrahil, en ese momento todos al unísono cantando por Usûlun.
Nos encontramos con entre dos grupos de Grabens unos que esperaban atacar a Sunthas y otros que nos seguían a nosotros, resistimos a los que nos seguían mientras Sunthas avanzaba hacia nosotros forzando a Ezequiel y a los que estaban acorralados entre nosotros, Adrahil, entro y Gulthar también por la ventana y se posicionaron para poder ayudar a Sunthas que con un arranque de Poder de Templario acabo con destreza con Ezequiel, mientras Dolin, Forak y yo éramos el muro de contención de los demás, recibíamos golpes de estos seres y solo gracias a las maravillosas hiervas curativas que poseíamos, pero que se nos van agotando podíamos sobrevivir Forak, golpeaba con su alabarda por encima del Maestro Dolin y mío, el maestro con mi ayuda venció a un par de enemigos, pero si Sunthas no llegaba pronto a nuestra posición nos veíamos en serías muy serias dificultades. En un momento en el que Ezequiel cayo, y quedaban solo dos Grabens entre Sunthas y nosotros, comenzaron los del pasillo que parábamos a abrir paso a una graben que por lo que pudimos presentir no podríamos parar los que allí estábamos, pues con toda tranquilidad avanzaba hacia nosotros, y los demás la dejaban tranquilamente ocupar su puesto, avisando de esto a Sunthas cambie mi posición con él saltando y provocando el golpe del enemigo que estaba entre nosotros, no solo para que él bloqueara el paso de este poderoso Graben, sino porque tras estos combates, me sentía muy débil y auguraba que si me volvían a golpear alguna vez mas no sobreviviría a esas extracciones de mi energía, esta distracción supuso un gran cambio en nuestra lucha, pues Gulthar aprovecho y derroto a los dos Grabens que quedaban en el pasillo tras nosotros con unos formidables golpes que terminaron degollando al primero y destrozando la cabeza del segundo, eso dio tiempo a reubicarnos al tiempo en el que la Graben ataco a Sunthas.
Imponente, majestuoso, nunca habíamos visto nada parecido y eso que nuestro Templario nos tiene acostumbrados a grandes proezas, os intentaré describir lo que contemplábamos mientras curábamos nuestras heridas gracias a los conjuros de Adrahil, Gulthar, sumadas a algunas cataplasmas y pociones de hierbas, tomamos posiciones, pues en el hueco por el que entraron Sunthas, Adrahil y Gulthar había unos quince Grabens intentando entrar con escaleras, tras fallar en sus tiros con sus arcos, al otear Adrahil fuera, solo uno acertó y fue leve la herida, Forak destrozo la escalera que se agarraba a la ventana y entre todos echando brea en los cadáveres de los Grabens hicieron un hueco en la base de la misma de fuego, ardiente, que mantuvo alejados a los Grabens de la escalera, Dolin, yo cogí posición tras Sunthas aunque yo me mantenía en segunda posición dispuesto a caer, pero solo si algo fallaba en la guardia de mis dos compañeros pues el único que podía liberar del maleficio de estos seres que si recibía una vez más me convertiría en un espectro, vuelvo a contaros como transcurría la majestuosa y brutal sin par danza de golpes y paradas de la Graben y de Sunthas, en una increíble parsimonia este ser golpeaba a una velocidad increíble y con una fuerza sobrenatural, que os aseguro podría destrozarnos a cualquiera de los que estábamos allí, si no estuviera nuestro protector para pararla, así transcurrieron los minutos, estábamos todos cansados, destrozados, más Sunthas aguantaba cuan jabato, mientras yo abrí un huevo en la pared para ver que pasaba en la parte de la casa que daba al frente, y vi que había otros 14 graben esperando a subir, pero que no podían pues el humo que ya empezamos a sentir incesantemente era producto del fuego que provoco Gulthar, que ya había hecho estragos en la primera planta y que hacia que ardiera casi toda la parte izquierda de la mansión, en ese instante Dolin llamo mi atención, algo no marchaba bien, bueno os preguntaréis que podía ir bien dentro de semejante batalla, pues todos exhaustos y rodeados no parecía que tuviéramos muchas posibilidades, pero recordad Usûlunis que nunca nos rendimos que ante la maldad nos crecemos y que si es necesario daremos nuestra vida por Usûlun y la luz que nos guía, al mirar contemple con Sunthas parecía cansado, sus paradas eran menos rápidas, incluso empezaba a recibir cortes y heridas que aunque en él no parecían producir el daño adicional que en mi y en Dolin habíamos notado le estaban haciendo retroceder, eso era muy preocupante pues si lo sobrepasaban caeríamos todos, Avise a Gulthar el único que podría intentar hacerle frente a tamaño oponente con la ayuda del maestro Dolin y mía, este bajo del hueco que acababa de abrir en el techo como vía de escape, dejando allí a Adrahil para preparar el hueco, de manera que los que estaban arriba no nos vieran, teniendo en cuenta el desnivel del mismo, en el momento que puso una rodilla en tierra Sunthas la graben ataca y los demás intentamos proteger a Sunthas que recibió una tremenda carga de heridas, aunque él tomaba en ese momento una hierbas que le hicieron recuperar su brío y con un grito que nos dio ánimos a todos, se volvió a posicionar y es más nos gritó y empujo hacia el fuego que consumía ya a los Grabens que esperaban su turno ignorando el mismo a la atacante, no hizo falta nada más fue su mensaje entendido a la primera, uniendo su fuerza a la del maestro y a la mía logramos meter en el fuego a la criatura que empezó a arder, en ese momento pudimos contemplar una imagen que ya Sunthas venía contemplando de antes, como estos seres se mantenían en su posición mientras lenguas de fuego les lamían sus ropajes y los reducían a polvo sin proferir ningún gesto sin ni siquiera volver atrás, esperando avanzar, se vino abajo la mitad de la mansión en ese momento y ya casi nos asfixiábamos con el humo, tuvimos que ir retrocediendo para que Sunthas no fuera engullido por el fuego y tres de los Grabens avanzaron algo, los que no habían desaparecido ya en las llamas, volvimos a empujar hacia las llamas a los Grabens y volvimos a retroceder, entrando ya en el pasillo done había más espacio, en ese momento tanto Sunthas con Gulthar pudieron atacar con más facilidad, y gracias a los golpes de este último, cayo por fin la Graben que tanto habíamos temido que fuera nuestro último rival.
Mientras curaban las heridas de Sunthas y se preparaban todos pañuelos con algo de agua para poder respirar yo abrí un hueco en la parte del frente que daba a la pared posterior de la mansión, y descubrí que no había Grabens allí, justo en ese momento decidimos que saldríamos por allí, Dolin y yo ensanchamos el hueco mientras los demás llamaban a la atención por la ventana y el hueco que daba al frente de la mansión, cuando estuvo todo preparado salimos Dolin y yo, y los demás nos siguieron raudamente hacia el bosque, allí en silencio intentando acercarnos al río, para lograr un buen sitio donde poder defendernos del resto de los Grabens vimos como se hundió lo que quedaba de mansión bajo el fuego y de manera increíble dejaba de llover, y todo se sumía en un silencio sin igual, paramos, observamos la pasividad del ambiente, mientras descansábamos pues no podíamos más, el día llegaba y seguía la quietud, la falta de movimiento, al amanecer, nos acercamos algo descansados, a la mansión y cuál fue nuestra sorpresa que los pocos Grabens que no habían muerto bajo nuestros golpes que habíamos sumado más de 60 estaban donde los dejamos esparcidos por el suelo sin vida, no sabemos que paso exactamente, pero algo quemo el fuego que expulso de los cuerpos a los entes que los movían, dimos sepultura a lo que quedaba y tras encontrar algunas cosas que ya están a resguardo en las cámaras de Usûlun, y algunas que destruimos por ser malignas, nos dirigimos hacia…. pero bueno eso ya os lo contaré otra noche, que por esta ya es suficiente, además seguro que nuestros compañeros querrán ahondar en los hechos de la batalla que fueron muchos…